S&P500 cabecea, el Ibex se le nota optimista

    ¡Qué tesitura! vaya papelón o como diría algún ministro: ¡vaya marrón!. Resulta que a nuestro índice Ibex35 le han entrado las ganas de subir (después de estar aburridos y viendo cómo era como andar en un cienagal). Pero como siempre, nos entran las ganas de subir cuando el resto ya está terminando su fiesta. Hemos llegado para la última copa y eso nos pone en una situación comprometida. Por una parte queremos participar de la fiesta, pero resulta que todos están algo cansados, unos se van a casa y esto nos puede bajar el ánimo que teníamos. Sin emplear el simil, resulta que el Ibex tiene un aspecto fenomenal, cerca de romper la resistencia clave de los 11.000 pero resulta que el SP500 debe bajar por lo menos a 1.250 y después a 1.220 para recuperar el aliento.

    Ambos índices son alcistas de ciclo (indicador de Coppock girado al alza y mm30 alcista), por lo que de momento debemos olvidarnos de cortos. Hacer dinero y cerrar acciones para que luego sigan subiendo es fastidioso, pero nadie se arruinó por hacer beneficios. En cualquier caso, no deberíamos comprar nada hasta que el SP500 se aproxime a su mm30. Siempre podemos dejar la cartera medio llena o medio vacía, según se mire mientras esperamos esa rotura de máximos. Hoy estamos por el 10.900, sin terminar de romper pero sin terminar de bajar e irnos al 10.500, primer nivel de soporte. 10.350 será el punto máximo de caída.

    Cuando digo que la bolsa merece un descanso y que por tanto creo que vendrá el lobo, no debeis poneros cortos. Por si acaso lo repito para que no se malinterpreten mis palabras. Los cortos llegarán en el momento en que el mercado sea bajista. Ahora tratamos de hilar fino y de salirnos cuando hay un recorte del 5-10% y re-comprar después. Opciones no nos faltan, quizás paciencia sí.

    Así que seamos disciplinados ya que hemos llegado tarde a la fiesta americana, y esperemos acontecimientos. Si resulta que nadie se va de la fiesta, pongámonos unas copas (compremos acciones) y disfrutemos con el resto. Si resulta que la gente se va, entonces nos echamos en el sofá a ver una peli (esperemos a las acciones en sus puntos de entrada óptimos). Cuando la fiesta se reinicie, disfrutemos de ella. Pero seamos conscientes de que hemos llegado tarde y la gente (el resto de mercados) está cansada.