Uno de los objetivos principales de la relajación cuantitativa es el reequilibrio de las carteras y el efecto riqueza posterior que supuestamente se produce mientras la FED reduce las participaciones en circulación de bonos privados y obliga a buscar el riesgo en otras clases de activos para reemplazar la pérdida de rendimientos reales en la deuda de corto plazo.
No voy a discutir los aspectos de la «impresión de dinero» y la «monetización de la deuda», sino más bien, me gustaría centrarme en los datos puros en los períodos cuando las reservas se han aumentando y lo que ha supuesto en el mercado de acciones y los retornos obtenidos.
Hasta ahora hemos tenido más de 4 años de diferentes formas de QE por lo que los datos son bastante más constructivos que en el pasado, cuando la mayoría de nosotros estábamos especulando acerca de los impactos de las QE.
A primera vista, el siguiente cuadro puede llevar a la conclusión de que existe una correlación muy fuerte entre QE y rentabilidad para las acciones del mercado, pero los datos no son tan concluyentes tras una inspección más cercana.
Esto ha sido debido en la forma en que los programas se ejecutaron en forma de pasos escalonados. Desde que la QE comenzó a finales de 2008 hay una correlación entre los saldos de reserva y los retornos obtenidos de las acciones del 0,65. Pero no es una forma totalmente razonable de mirar los datos.
Lo que es interesante aquí es que la correlación entre los rendimientos de las acciones y las disminuciones o aumentos en los saldos de reserva no es tan clara como la mayoría presupone.
En otras palabras, independientemente de si los saldos de reserva estaban subiendo o bajando, los precios del mercado estaban en su mayoría en aumento. Incluso con una disminución sustancial en los saldos de reservas durante los últimos 4 años, el S&P500 ha subido. Por supuesto, hay un montón de piezas sueltas en estos datos, pero la correlación entre las acciones y los saldos de reserva no está muy clara tras una inspección más detallada.