Japón y su política intervencionista en el yen

Fuente eleconomista.com

«Estaba cantado. Las autoridades niponas no iban a tardar demasiado en intervenir en el mercado de divisas para frenar al yen. Lo han hecho hoy. Por el momento, logran que su moneda se deprecie más de un 2%. Pero, ¿se saldrán con la suya a más largo plazo? 

    Cada tres años, el Banco Internacional de Pagos (BIS, en sus siglas en inglés) realiza una encuesta entre los principales bancos centrales del mundo para analizar la evolución del mercado de divisas. Lo hace por la opacidad que envuelve a esta plataforma, de ahí que acometa este trabajo con el objetivo de medir, al menos, sus principales tendencias.

    El último se difundió hace apenas dos semanas y ratificó que el mercado de divisas es el más líquido del mundo, puesto que negocia cada día operaciones por valor de 4 billones de dólares. Del total de las transacciones, el yen es la tercera divisa más empleada, por detrás del dólar y el euro, al estar presente en el 19 por ciento de los cruces.

    Estas cifras revelan la magnitud de la aventura emprendida hoy por Japón, que ha recuperado las intervenciones en el mercado de divisas con el objeto de frenar al yen, que ayer alcanzó su cambio más alto contra el dólar desde 1995. Su voluntad no es otra que contener su apreciación y que sus exportaciones, que son el principal motor de la alicaída economía nipona, no sigan perdiendo competitividad por el encarecimiento de su moneda. Hoy lo están logrando. La moneda japonesa se debilita un 2,6% contra el dólar, hasta los 85,2 yenes, y un 2,4% contra el euro, hasta los 110,5 yenes.

Demasiado difícil

   

    Pero una cosa es lo que ocurra a corto plazo y otra muy distinta que a medio y largo plazo el Banco de Japón (BoJ), el brazo que ejecuta las intervenciones, triunfe en su cometido. Primero, por los elevados volúmenes que se mueven en el mercado de divisas, que obligarán al BoJ a emplearse mucho más a fondo si que tiener éxito. «Las autoridades necesitan ser más agresivas ahora y golpear el mercado de forma rápida, fuerte y furiosa porque conforme pase el tiempo, el efecto del anuncio se disipará», advierte David Bloom, estratega jefe de divisas de HSBC, en declaraciones a Bloomberg. En este sentido, ¿hasta qué punto están dispuestas las autoridades a inundar el mundo de yenes, toda vez que ya han declarado que no van a esterilizar la cantidad que introduzcan, o es que también recurrirán a dedicar sus reservas en divisa extranjera, las segundas más nutridas del mundo con 1,07 billones de dólares, a comprar otras monedas?

    Consciente de estos riesgos, el Ministerio de Finanzas ha anticipado que el movimiento de hoy es sólo el primero de los que finalmente podrían producirse. Lo mismo ocurrió en marzo de 2004, la última vez que la mano del BoJ intentó mover el mercado, ¿y qué ocurrió entonces? Al final, durante ese mes el yen se apreció un 4,4% contra el dólar pese a las intervenciones. «Hace seis años de la última intervención del BOJ por lo que quizá el banco haya olvidado que esta política no funciona», recuerdan los expertos de Saxo Bank.

La diplomacia también ‘interviene’

 

   Entonces, lo que falló fue que la economía japonesa estaba protagonizando su enésimo intento de recuperación desde comienzos de los 90, por lo que las autoridades no tenían argumentos para justificar su voluntad abaratar el yen, por lo que no pudieron emplear toda la munición que quisieron. Y es que la diplomacia también tiene mucho que ver a la hora de meter mano en el mercado.

 

   Seis años después, la debilidad de su economía les puede servir de excusa… pero es que EEUU también quiere un dólar débil y lo mismo ocurre con la eurozona, que en los últimos meses ha encontrado un poderoso aliado en la depreciación del euro. Entonces, ¿cómo va a convencer Tokio a Washington y Bruselas de la conveniencia de esta maniobra? ¿No se trataba de coordinar las medidas a escala internacional? ¿Qué pensará China si EEUU y la zona euro hacen la vista gorda con Japón? O como se preguntan los expertos de Saxo Bank, «¿se colgará la etiqueta de manipulador de divisas también a Japón o sólo se cataloga así a China?».

    Demasiados interrogantes. La mano de Japón se ha hecho visible. Sus verdaderas consecuencias tardarán bastante más en hacerlo.»

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