Qué es una acción infravalorada y por qué no hay que perderlas de vista

Si estás empezando en el mundo de la bolsa, seguramente te habrás encontrado con el término acción infravalorada. Suena bien, ¿no? Pero ¿qué significa realmente? ¿Y por qué tantos inversores están siempre atentos a ellas?

Qué significa que una acción esté infravalorada

Imagina que tienes una bicicleta que vale 500 euros, pero en una subasta nadie puja más de 300 euros. ¿Significa eso que tu bicicleta vale menos? No, simplemente no han sabido apreciar su valor. Pues algo parecido pasa con las acciones infravaloradas: su precio en el mercado no refleja su valor real.

Esto ocurre por diferentes razones. A veces es porque la empresa ha tenido algún contratiempo temporal, como una caída en ventas durante un trimestre. Otras veces es porque el mercado se ha dejado llevar por el pesimismo generalizado. Incluso puede pasar que los inversores simplemente no estén prestando atención a esa compañía. Pero lo importante aquí es que el negocio en sí tiene buenos fundamentos y puede valer más en el futuro.

Por qué deberías fijarte en ellas

La clave de las acciones infravaloradas es que, si estás dispuesto a esperar, el mercado tiende a ajustar los precios al valor real. Es decir, esa acción barata hoy podría multiplicar su precio mañana. Claro, no siempre es tan sencillo. Invertir en este tipo de acciones requiere paciencia y algo de investigación.

Hay historias famosas en el mundo de la inversión que giran en torno a esto. Warren Buffett, considerado uno de los mejores inversores de todos los tiempos, ha basado gran parte de su éxito en identificar empresas infravaloradas. Para él, comprar una buena empresa a un precio bajo es como encontrar un billete de 10 euros en el suelo.

Cómo identificar una acción infravalorada

Antes de lanzarte a comprar cualquier acción que parezca barata, es importante que te hagas algunas preguntas. ¿La empresa tiene buenos números? ¿Está ganando dinero o, al menos, tiene perspectivas de hacerlo? ¿Es líder en su sector? Una acción infravalorada no es lo mismo que una acción de mala calidad. A veces el mercado simplemente necesita tiempo para reconocer su verdadero potencial.

Por ejemplo, una compañía con un producto innovador podría estar infravalorada si los inversores aún no han entendido su impacto en el mercado. O quizás una empresa sólida, con años de historia, esté pasando por un bache temporal. El truco está en separar las compañías con problemas reales de las que simplemente han sido ignoradas por el mercado.

Lo que hay que tener en cuenta

Invertir en acciones infravaloradas no es una fórmula mágica. No todas las acciones «baratas» se recuperan, y a veces pueden pasar años antes de que lo hagan. Por eso, es fundamental tener una estrategia y no dejarse llevar por impulsos. También ayuda diversificar: no pongas todos tus ahorros en una sola empresa.

Además, recuerda que en el mercado financiero no hay certezas. Siempre hay un riesgo asociado, incluso con las inversiones más prometedoras. Pero si logras identificar una acción infravalorada genuina y tienes paciencia, las recompensas pueden ser considerables.

Las acciones infravaloradas son una oportunidad única en el mundo de la inversión. Requieren análisis, calma y algo de visión a largo plazo, pero pueden marcar la diferencia en tu cartera. La próxima vez que veas una acción a buen precio, no la descartes sin más. Quizás estés ante una joya escondida que el mercado aún no ha sabido valorar.

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