Cuando el efecto divisa nos beneficia en estrategias de ETF

Vamos siendo cada vez más los que nos interesamos por los ETF y las posibilidades que de este producto pueden extraerse. No las enumeraré una por una, pero básicamente:

• Nos sirve como activo replicador de índices de acciones, sectores, materias primas, divisas, etc.
• Tienen suficiente nivel de liquidez para negociarse un número de títulos importante.

Con estas premisas, muchos os estáis metiendo en los fondos cotizados en bolsa (ETF) y estáis sacando buenas rentabilidades. No dejan de ser fondos que podemos sacar de cartera cuando queramos, que generan dividendos aunque algunos tienen riesgo divisa.

Y a eso voy hoy con este post. Algunos me comentan que prefieren operar ETF en euros porque así la divisa no les afecta o no tienen que cambiar a dólares cuando en realidad no se dan cuenta que el precio del dólar es capaz de alterar el valor del fondo.

Basta con ver el aspecto del RSCMansfield del Amundi S&P500 con respecto al contado S&P500 para darnos cuenta de que o bien no replican al índice o es que hay algo más sumando rentabilidad.

Ese «algo» que suma rentabilidad no es más que la apreciación del dólar en los activos que replica el ETF, en este caso a las acciones del índice S&P500. Naturalmente que si el dólar hubiera bajado, el comportamiento relativo del RSC Mansfield hubiera sido negativo.

Es por esto que emplear ETF que coticen en euros no implica que el riesgo divisa sea cero o no exista. Tendremos que ahondar más y comprobar si el propio fondo hace una cobertura de divisas, que los hay que lo hacen. En nuestro caso nos ha beneficiado haciendo que el ETF del S&P500 que cotiza en euros suba un 24% frente a un 10,4% de la referencia.

Trabajar y conocer los ETF proporciona buenas oportunidades de crear y gestionar sistemas más globales y con mayor rentabilidad que directamente acciones, materias primas, etc. Un buen sistema con la proporción adecuada de ETF maximizan el beneficio y es lo que busca mi estrategia de Inercia Alcista, la cual entre otras será explicada en mi último libro «Master Trader: el manual del buen inversor«, disponible para finales de año.