Artículo recogido en bolsamania.com
“Hacer dinero es mucho más que predecir la tendencia de un mercado o adivinar qué valor o fondo doblarán su valor en los próximos años. Para la gran mayoría de inversores, ganar dinero pasa, además, por tener un plan, autodisciplina y deseo. Solo si eres Steven Spielberg o Bill Gates podrás pasar de los mercados o de los ratios de precio sobre beneficio. Si no, como a la gran mayoría, te quedará la opción de recurrir a un plan financiero”.
Este artículo me ha llamado mucho la atención por lo importante que es la paciencia y el no depender psicológicamente de la bolsa. Basar el 100% de nuestros ingresos en bolsa juega un papel muy negativo en nuestras decisiones de inversión. Además tiene otra serie de consideraciones más clásicas como el no pierdas dinero. A continuación el artículo, un saludo.
Con esta declaración da comienzo una de sus más importantes “Dow Theory Letters” Richard Russell, autor del portal que lleva el mismo nombre. En ella, el antiguo redactor de Barron’s da algunos consejos a todos aquellos inversores medios que se planteen en serio la posibilidad de ganar dinero. Asegura que para ganar es aconsejable seguir estas cuatro reglas:
REGLA 1: BUSCAR RENTABILIDAD. “Una de las lecciones más importantes para vivir en estos tiempos modernos es la de que para sobrevivir, necesitas dinero. Si lo que quieres, encima, es sobrevivir felizmente, entonces necesitas amor, salud, libertad… y dinero”. En este contexto es básico, dice Russell, tener presente el concepto de rentabilidad.
“Si buscas rentabilidad es que te hallas en el camino adecuado para hacerte rico. Es un camino seguro y lo bueno es que todo el mundo puede tomarlo. Pero para hacerlo con éxito, necesitas perseverancia, inteligencia, conocimiento y, por supuesto, tiempo. Recuerda que solo podrás obtener rentabilidad con el tiempo”.
Solo hay dos “peros” en este proceso. El primero, lógico, el del sacrificio; el segundo, el del aburrimiento. Al menos, hasta que los beneficios empiezan a aflorar. Entonces es cuando Russell afirma que todo el proceso se vuelve interesante.
REGLA 2: NO PIERDAS DINERO. “Aunque esta afirmación pueda parecer una obviedad, créanme, no lo es. Si quieres ganar dinero, lo que no tienes que hacer es perderlo. ¿Parece una tontería decir eso, verdad? pues quizás sí, pero lo cierto es que hay mucha gente que pierde dinero constantemente en inversiones desastrosas, apuestas, pésimos acuerdos financieros o dejándose llevar por la simple avaricia. Y se pierde dinero en acciones, opciones y futuros, inmobiliario, préstamos dudosos, apuestas sin sentido, etc”.
REGLA 3: HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE. En el mundo inversor, prosigue Russell, los inversores más acaudalados juegan con ventaja sobre los pequeños inversores e iniciados en la materia. La ventaja es que el gran inversor no necesita a los mercados porque ya tiene todos los ingresos que necesita y no siente la presión que sienten otros para “hacer dinero”. Termina convirtiéndose en un experto en valores, es decir, pone su dinero en donde hay gran valor. Y si no hay valor, espera porque se lo puede permitir. Es lo que llamaríamos paciencia.
Pero… ¿Qué pasa con el pequeño inversor? El pequeño inversor siempre siente la presión de “hacer dinero”. Y, a su vez, presiona al mercado para que haga “algo” por él. Lamentablemente, el mercado no suele estar interesado y lo que termina sucediendo es que ese inversor se convierte en un perdedor. No entiende de valores, por lo que siempre acaba pagando de más. No comprende el poder de la rentabilidad, no entiende de dinero. Y se endeuda hasta las cejas. Al final, lo que sucede es que termina malgastando su dinero.
“Hay una parte irónica en todo esto. Si, desde el principio, el pequeño inversor hubiera optado por no gastar más de la cuenta, si hubiera guardado sus ahorros extra y hubiera seguido los consejos que estoy dando, entonces a su debido tiempo habría ganado dinero, igual que el gran inversor. Se hubiera convertido en un ganador financiero”.
REGLA 4: VALORES. El inversor medio puede obviar estos consejos siempre que el mercado ofrezca valor significativo, esto es, cuando ofrezca seguridad, rentabilidad atractiva y una buena oportunidad de apreciación de precios. “El resto de veces, este camino será el más seguro y, probablemente, el más rentable. Al menos, en el largo plazo”, concluye Russell.