Hoy vía elEconomista.es podemos leer un interesantísimo artículo sobre la situación griega y la marcha hacia los Estados Unidos de Europa, actualmente en un proceso parecido al de finales del siglo XVIII de parte de los confederados norteamericanos: «El execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional y profesor de Economía en la Universidad de Harvard, Kenneth Rogoff, piensa que fue un error meter a todos los países del sur de Europa en la moneda común. En una entrevista con el alemán Der Spiegel, sostiene que Grecia debe concederse un «año sabático» fuera del euro y apunta que los Estados Unidos de Europa podrían tomar forma mucho antes de lo que se cree.
En su opinión, de poco servirá conceder un segundo rescate a Grecia: la montaña de deuda helena es demasiado grande y el país no es nada competitivo. En consecuencia, va a ser muy difícil que permanezca dentro de la Eurozona. Ni las duras medidas de austeridad anunciadas por Grecia -rebaja de pensiones y sueldos, recorte de funcionarios, etc.- serán suficientes para dar aire a la economía helena. Lograr que el país sea competitivo exige, para empezar, una reducción del 50% de los salarios, apunta.
Con cinco años de recesión a sus espaldas, ¿qué receta Rogoff a la economía griega? En su opinión, Atenas debería concederse una especie de año sábatico fuera del euro y regresar al dracma, lo que ayudaría a que sus exportaciones y su sector turístico volvieran a ser competitivos. Una vez el país haya alcanzado un mayor nivel de desarrollo social, político y económico podría plantearse su regreso a la Eurozona.
La cuestión es que la mayoría de políticos ve esa posibilidad como algo inviable y cree que la salida griega del euro sería el principio del fin para la Eurozona. Pero Rogoff no lo ve de esa manera. Se trata de pemitir que uno o varios países de la periferia salgan temporalmente del euro para disfrutar de una mayor flexibilidad», asegura al Spiegel.
El euro no fue un error
Sin embargo, ello no significa que la idea de poner en marcha el euro fuese una equivocación, asegura. Una moneda común para países como Alemania o Francia era un riesgo razonable, pero fue un error meter en el mismo saco a todos los países del sur de Europa. La mayoría no estaba preparado económicamente, sentencia.
Así pues solo hay dos opciones. O dejar que el euro se derrumbe por completo -con las consecuencias catastróficas que ello supondría- o permitir que los principales miembros se las arreglen para convertir la zona euro en una verdadera unión política. Rogoff piensa que el pacto fiscal firmado recientemente por todos los miembros de la UE-salvo checos y británicos- para mejorar la disciplina presupuestaria supone un paso en la buena dirección, si bien insuficiente. Puede que sirva para transmitir al mercado la ilusión temporal de que los problemas se han resuelto. Pero sólo por ahora. Nada más, asegura.
A su juicio, lo que la unión monetaria necesita por encima de todo es un gobierno central y un ministerio de Finanzas común con autoridad fiscal suficiente. Los países también deberían dejar de insistir en controlar su regulación bancaria. Es una cuestión que debería ser tratada exclusivamente a nivel europeo, señala. Aunque muchos países se resisten a ceder su soberanía para asegurar unión monetaria, Rogoff piensa que la idea de los Estados Unidos de Europa podrían tomar forma mucho antes de lo que se piensa.
Rogoff también apunta que Europa se encuentra en una etapa intermedia, muy similar a la de finales del siglo XVIII en América. La ratificación de la Constitución de Estados Unidos en 1788 fue precedida por 12 años de una débil confederación, que a veces funcionaba, pero que en general no lo hizo.
El problema de España no es Alemania, es China
Preguntado por si los países del sur de Europa tienen razón al acusar a los alemanes de exportar demasiado, Rogoff apunta que es absurdo y asegura que el problema de España y Portugal no es Alemania, es China. Estos países tienen que entender que no pueden mantener su actual nivel de vida sin una reforma económica significativa. Mientras Alemania tiene un sector industrial innovador y ha sido el ganador en el proceso de globalización, Portugal, España, Italia se encuentran entre los perdedores, sentencia».
Artículos como este me animan cada día a aprender algo más de trading. Tal y como se está poniendo el panorama, para cuando nos jubilemos sólo nos quedará PRT… 🙂
Un saludo y gracias Javier.